
En 1997 se estreno una comedia protagonizada por el conocido cómico canadiense Jim Carrey, la cual , contaba la historia de un abogado incapaz de mentir por un día, debido al deseo cumplido de su pequeño hijo al soplar las velas de su torta de cumpleaños. Esto, evidentemente, convirtió la vida del abogado en un caos y lo lleva a las mas absurdas y disparatadas situaciones para poder ganar un juicio que que a la larga, terminó favoreciendo al mas inmoral de los clientes, no sin antes mostrarnos las inconveniencias de la manipulación del sistema legal para favorecer intereses particulares. Esta sinopsis, por alguna razón, tiene mucho en común con la realidad de nuestro sistema de justicia, y hago mención a solo el nuestro porque creo que no existe otro en el mundo donde las leyes se empleen de forma tan deportiva o se manipulen tan aberrantemente para favorecer los intereses de ciertos sectores políticos del país. En los últimos años hemos visto decisiones judiciales absurdas sin ningún tipo de asidero jurídico, lo cual es grave, pero esto pudiera pasarse por alto, si la decisión fuese en un juicio cuyo resultado no afectara mayormente los intereses colectivos, sin embargo cuando esta decisión viene de la mayor instancia legal del país y el asunto tiene carácter constitucional, el paciente pasa de emergencia, a terapia intensiva.
¿Tenemos que creer que la dama ciega se convirtió en meretriz?, ¿que pasa con nuestra justicia?, ¿porqué llego a esta situación?. Estas y otras preguntas similares, debemos hacérselas a nuestros jueces y abogados, quienes pareciera decidieron vivir de una profesión que da la sensación de ser malsana, corrupta, inmoral y deshonesta, aparentemente sin tratar de cambiarla mejorarla, hacerla mas eficiente, o como ellos mismos dicen "reformarla, para reinsertarla en la sociedad", tal como lo hacen a diario con aquellos seres humanos que cometen delitos.
Nuestra sociedad reclama a gritos cambios en el sistema, Se escuchan a diario propuestas de "expertos", basadas en formulas rebuscadas y confusas para cambiar el país y hacerlo mas eficiente, cuando la panacea la tienen antes sus ojos: "Hacer cumplir las leyes", eso es todo, mas nada, C'est la fin, the end, finito, el final.
En la película mencionada el abogado se dio cuenta que manipular el sistema es lo peor que puede hacer un buen abogado y decidió cambiar, ¿ será que los nuestros harán lo mismo?